Cada uno que piense lo que quiera o incluso alguno se verá reflejado, qui lo sa:
-Desdeña la confianza tímida, y a todo el que prefiere los juramentos a las miradas y a las manos tendidas hacia él.
-Desprecia al que se arrastra como un perro para complacer servilmente a otros, echándose de inmediato panza arriba; al humilde; y es que existe también una sabiduría humilde, perruna, sumisa, y complaciente. Le inspiran odio y asco los que no quieren defenderse, los que se tragan salivazos venenosos y miradas malignas, los que son pacientes en exceso, los que todo lo aguantan y con todo se contentan; en suma la estirpe de los lacayos.
-Tampoco me gustan los que consideran todo bueno y piensan que este mundo es el mejor de todos los posibles: a ésos llamo yo omnisatisfechos. La omnisatisfacción, a la que todo le gusta, no constituye el mejor de los gustos. Yo honro las lenguas y los estómagos rebeldes y selectivos, que han aprendido a decir "yo", "si" y "no"; porque tragárselo todo y digerir cualquier cosa es propio de cerdos.
Freiedich Nietzsche-Así habló Zaratustra.
Por cierto, mucho de los anteriormente dicho se lo dedicaría a una persona que tiene nombre y apellidos.
15 oct 2008
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